Lecciones de un mejor amigo que ya no está
- Jimena de la Peza
- 30 oct 2022
- 5 Min. de lectura
Hace unos días perdimos a mi persona favorita de todo el planeta.
En enero del 2017 me fui de intercambio a Tailandia con dos de mis mejores amigas. Meses antes de irnos, se hizo un grupo de Facebook con todos los que iríamos de todos lados del mundo y, como buenas morbosas, stalkeamos a todos y cada uno de ellos, incluido el niño de Monterrey que iba en la UDEM y que salía con una guitarra en su foto de perfil: Mauricio Garza.
No sé porque Michelle (una de mis amigas) empezó a hablar con Mau desde antes de irnos, pero me acuerdo perfecto que se estaba Whatsappeando con él en los aeropuertos cuando íbamos en camino y pasándonos reporte de todo. En eso Mau manda una nota de voz, la escuchamos las 3. Wow su voz, que bonita voz tiene, acordamos juntas.
Todavía ni siquiera lo conocíamos y ya nos estaba transmitiendo belleza, que creo que resume perfecto la esencia de Mau. Era un alma BELLA, que veía la vida bella, admiraba la belleza en todo, la reconocía, la ponía en palabras con su voz bella y la compartía para que nosotros pudiéramos experimentar esa belleza también.
En Tailandia nos hicimos la familia más unida: viajamos, reímos, cantamos, filosofamos en balcones, muncheamos, aventuramos y simplemente gozamos la vida. Mau siempre era un personaje estrella; sin camisa y con sus chanclas de lavandera que compró en el supersito de abajo de nuestro edificio, era el que traía la música, la ligereza y las carcajadas al resto de la familia.
Se acabó el semestre y regresamos cada quien a su casa, que para mi increíble suerte, la mía está bastante cerca a la de Mau en Monterrey. Estoy segura que no es coincidencia, porque vivir cerca nos permitió seguirnos viendo seguido y fortalecer nuestra amistad a lo largo de los años. Y vaya que se fortaleció. Amistad se convirtió en hermandad y yo gané a 2: Mau y Pato; que siempre iban en combo y juntos hacían todo mejor.
Fueron años de compartir y nutrir nuestros sueños, de echarnos porras cuando los empezamos a ejecutar, de vernos crecer y convertirnos en personas aún más hermosas que las que éramos cuando nos conocimos, de filosofar y también hablar de estupideces y cagarnos de risa, de hikes y aventuras, noches de cocina y noches de música. Siempre, siempre gozadera.
Mau tenía una manera hermosa de vivir la vida, con completa seriedad y dedicación hacia lo importante pero haciendo todo liviano y despreocupado en el día a día. Su partida me deja y nos deja muchísimas enseñanzas, y estoy segura que seguirán saliendo muchas más, pero te comparto las que se me han venido en la última semana.
Lecciones de vida de Mauricio Garza alias Maucho:
Vive hoy, este es el momento de tu vida
Se auténtico: vive desde el corazón, aunque de miedo, tu autenticidad es tu mayor regalo al mundo y no hay tiempo que perder
Di te quiero, mucho: Estuve volviendo a leer y a escuchar mis conversaciones con Mau y nunca dejaba pasar la oportunidad de decir te quiero. Esta no es solo una cualidad hermosa, es también contagiosa. En el velorio escuché a un chavo decir que el empezó a decirles te quiero a sus amigos cuando se empezó a juntar con Mau y Pato. El mundo necesita más de eso.
Abraza con intención
Busca lo bueno en todo y en todos: la vida es lo que ves en ella
No necesitas mucho para ser feliz
La vida no se mide en años: Hay personas que llegan a 90 años sin vivir tanto como Mau lo hizo en 26. La vida se mide en experiencias y en el impacto que dejas en la gente a la que tocas.
Sin camisa y sin zapatos todo se disfruta más
Puede que tú no sepas cosas que tu alma ya sabe: hay un audio de una canción que Mau improvisó en un parque en Canada durante el verano. Si pones atención a la letra, es una premonición de todo lo que pasaría. Tal vez a nivel racional aún no lo sabía, pero fue su alma quién cantó esa canción, y estoy segura que sabía que ya estaba por irse.
La naturaleza es medicina, todo lo que venga de ella
Cualquier fruta es un manjar: Ver a Mau comerse una sandía o una papaya de las que crecen en su huerto era un deleite porque en verdad gozaba y te recordaba agradecer y reconocer lo increíble que nos brinda la tierra.
Déjate querer y recibe los halagos
Abraza tu lado masculino, abraza tu lado femenino: Todos tenemos ambas energías dentro de nosotros y cuando honras ambas se crea el mejor balance.
No seas egoísta con tu gente, compártelos y mézclalos para que ellos también conecten
Donde puedas poner una casa de campaña tienes un hogar
En los besos y en los abrazos caben más de 2 personas
Procura más a la gente que quieres y diles que los quieres
Viaja
Haz tiempo para ser feliz y haz tiempo para relajarte: El otro día la mamá de Mau me estaba compartiendo la agenda de un día de Mau y literal tenía entre sus cosas que hacer ser feliz, chillear y ser luz para su familia. De verdad que un solo día de cómo vivía es la receta para toda la vida.
El tiempo nunca sobra, se hace: Mis amigos de Tailandia llevábamos años planeando vernos y al final no haciéndolo por que “no teníamos tiempo” o “estamos muy gastados”, pero en cuanto se enteraron de Mau, no pasaron 24 horas en que todos estuviéramos reunidos en Monterrey. Nos dio una cachetada fuerte a todos: no esperen a que algo así pase para juntarse, son familia y eso importa, procuren verse más.
Documéntate mucho: Creo que lo que más nos ha dado confort a todos los que queremos a Mau en la última semana es que lo vamos a poder seguir viendo y gozando porque hay muchísimo contenido de él. No se trata de vivir a través de la cámara y perderte de lo que está sucediendo, pero documentar es bonito. Tener recuerdos que duren es bonito.
El impacto que puedes dejar en alguien cuando vives desde el corazón dura para siempre
Rinde honor a tu familia
La manera más bella de irte es acercándote tanto a Dios que ya te quieras quedar con Él
Absolutamente nada es coincidencia: Mau alcanzó a despedirse de muchísima gente importante antes de partir, incluso convivir con amigos que llevaba años sin ver. En lo personal, estuve más con él en sus últimas 3 semanas que en todo lo que iba del año. Me da esperanza pensar que así será también cuando vayamos a partir los demás.
Hay almas que solamente vienen a enseñar
El planeta importa, hay que buscar la manera de hacer las cosas sustentables
No olvides tus sueños pero no te apresures en llegar a ellos
Todo compartido es mejor
Hay cosas que no se entienden, hasta que se entienden: 2 semanas antes de partir, fui a dominguear y ver un documental a casa de Mau. Cuando me estaba yendo, agarró una de las calabazas de Halloween que estaban como decoración en su puerta y me dijo: ten mami, te regalo una calabaza. Me la llevé a mi casa y la tuve afuera de mi cuarto 2 semanas pensando, pinche Mauricio, ¿ahora qué hago con esa calabaza? Pero desde que recibí la noticia, esa calabaza se convirtió en mi posesión más valiosa, la fuente de mi confort y la mejor acompañante. No la había entendido, hasta que la entendí.
No pasa nada
Haz lo que amas hasta tu ultimo día
La fiesta sigue
La vida es inesperada y no tenemos mañana garantizado. Cuando suceden pérdidas como esta, creo que no hay más que permitirte ser sacudido(a) y tomar una pausa para reflexionar y agradecer estar vivo(a), antes de seguir tu camino. Yo en lo personal, seguiré el mío intentando honrar cada día lo que para Mau era tan natural como respirar.
Abrazo!




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