Tú creas tu propia suerte
- Jimena de la Peza
- 27 abr 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 14 may 2024
Ayer en la mañana fui a una tienda a regresar un vestido que compré por internet. Dado a que mi agenda suele estar bastante apretada, acomodar este tipo de vueltas no es lo más fácil del mundo, así que cuando me dijeron que no había sistema para hacer devoluciones de compras online, me cayó como pésima noticia.
¿Cómo que no hay sistema, entonces cómo le hago? Ya sé, qué mala suerte, no está jalando desde ayer. Vas a tener que ir a Estafeta, me dijo la chava en caja.¿Mala suerte? ¿Excuuuuuse me? Yo soy una persona con MUY buena suerte, me dije internamente. ¿Puedes volver a checar a ver si ya funciona? Insistí.A ver, déjame pregunto de nuevo. Tomó su radio para comunicarse con sus compañeros. Justo acaba de volver a jalar hace ratito, déjame te hago tu devolución. Of course it did, pensé e hice un guiño interno al Universo.3 minutos después salí victoriosa de la tienda habiendo devuelto mi vestido.
Si navegas el Universo de Tiktok y el algoritmo sabe que te gustan los temas de energía, espiritualidad y manifestación, seguramente haz escuchado del síndrome de la persona suertuda (lucky girl syndrome). Es una técnica de alineación que se ha popularizado bastante en los últimos meses y que consiste en creer que eres una persona con suerte para convertirte en una persona con suerte. Pienso que el lucky girl syndrome se ha vuelto tan popular por 2 razones:
es una técnica muy fácil de integrar a tu vida
funciona
Ahí te va otra historia:
El sábado hice una fiestita en la tarde en mi casa porque, ¿porqué no? La vida es bella y merece fiestas sin razón, y además es una perfecta excusa para practicar mi nuevo hobbie de DJ, así que la organicé y convoqué a mis amigos. Mi mamá acaba de arreglar el jardín y quedó increíble, así que me pareció un excelente spot para la reunión. Con todo listo y acomodado a la intemperie, el único tema era el pronóstico del clima, que marcaba probabilidad de lluvia del 50%, pero viendo el cielo parecía más como un 100%. Ibamos mi primo y yo manejando en camino a mi casa después de una vuelta al super, y viendo las pesadas nubes grises cubrir las montañas me dice…
Creo que vamos a tener que mover la fiesta a la terraza porque va a llover.No va a llover, le dije con seguridad. El pronóstico sigue marcando 50/50, y yo soy la hija favorita de Dios, entonces como la hija favorita de Dios tengo el poder y la suerte de inclinar la balanza 1% a que no llueva. Se rió de mí, pero una hora después, con el cielo absolutamente despejado y el sol brillando me dijo: estás cabrona.Si, ya sé, le dije sonriendo.Hice otro guiño interno al Universo y le di las gracias.
Puede sonar cheesy decir “soy hijx de Dios”, pero es que SÍ ERES, sí somos. Hijxs de Dios. ¿Dimensionas lo que eso significa?, ¿dimensionas el poder que eso conlleva? Tenemos un potencial de creación inmesurable y, lo veamos o no, todo el tiempo estamos creando.
Me encanta pensar que la suerte no es algo que me sucede, sino algo que creo por medio de mis pensamientos, vibraciones y expectativas de la vida. Si me sorprendiera cada vez que te sucede algo “suertudo”, sería como indicarle al Universo que lo natural para mí es no tener suerte. En cambio, si la buena suerte es mi naturaleza, ¿qué posibilidades se abren?, ¿qué empieza a pasar cuando ves el mundo como un lugar seguro, abundante y que está siempre conspirando para darte todo lo más fácil, liviano y gozozo? Pensar que con tu simple fe y convicción tienes el poder de cambiar el clima podría parecer un pensamiento ilusorio, ¿pero que si sí es posible?
Estoy leyendo Autobografía de un Yogui, de Yogananda, que es un libro que me está planteando como posibles cosas que yo pensaba imposibles. Cuenta muchos relatos de gurús, de yoguis iluminados que han dominado la materia y que a través de su entendimiento de la energía, su unión con Dios y su convicción, aparecen cosas, sanan enfermedades inmediatamente, alteran el clima, se teletransportan, y más. Historias reales de humanos reales en este planeta tierra. Y aunque no les llego ni a los talones a esos yoguis, me hacen saber que eso es posible. Que si es posible para ellos, es posible para mí también. Tal vez no puedo impedir que llueva si hay 80% de probabilidad, pero sí puedo si la posibilidad de que suceda o no, es la misma.
La manifestación es como todo, entre más lo practicas más lo vas desarrollando y fortaleciendo, y como viene de la mente, entonces entre más tu mente crea que va a funcionar, más va a funcionar.
Yo siento que di un salto cuántico en mi habilidad de manifestación de un año para acá. En abril y mayo del 2022 me mudé con Ale una amiga y, naturalmente por ser roomies, estaba sumamente al tanto de mi vida y todo lo que sucedía en mis días. Siempre que le platicaba cosas que me iban pasando, Ale me hacía ver lo cañona que estoy para manifestar.
“Es que de verdad eres la mejor manifestadora que conozco”.
Sus elegios me tomaban por sorpresa, porque si he manifestado muchas cosas a lo largo de los años, ¿pero LA mejor manifestadora? ¿yo?
Lo que Ale me dio con ese reconocimiento fue un gran regalo, porque me permitió a mí misma reconocerme no solo como una buena manifestadora, sino como una GRAN manifestadora. Y al reconocerme de esa manera, en eso me convertí. Actualmente me considero una CRACK manifestando y, entre más lo creo, más lo creo. Cada vez es más fácil manifestar porque cada vez tengo más evidencia de las veces que lo he hecho y certeza de que así seguiré haciéndolo.
El lucky girl syndrome no es más que una un nombre moderno y aesthetic para la Ley de Asunción, que a la vez no es más que otro nombre para la manifestación. Pero me gusta el concepto de síndrome suertudo, me parece un increíble método para incluir a tu vida porque abordarlo es muy sencillo. No requiere hacer nada, solamente tener una narrativa mental poderosa. Requiere sentir que mereces y te corresponde la buena suerte, que es tu naturaleza, que es lo más predecible para tu vida. Requiere crear una película interna mágica que después puedas disfrutar ver de manera externa mientras te comes unas palomitas.
No caigas en el engaño del ego de que eres víctima de tus circunstancias, la verdadera ilusión es esta. Toma poder de tu propia experiencia de vida y crea tu propia suerte. Eres hijx de Dios y como hijx de Dios tienes un poder inmensurable. Tienes el poder de cambiar por 1% un pronóstico del clima con tu fe y tu convicción, tienes el poder de hacer que el sistema de la tienda funcione para ti, o por lo menos de elegir ir en el momento correcto en el que sí funcione.
Pruébalo. Diviértete jugando con la vida. Disfruta la complicidad de co-crear con el Universo y de reírte internamente cuando las cosas salen completamente a tu favor. Te prometo que vas a disfrutar mucho más tu experiencia y esta se va a hacer más expansiva, más llena de posibilidades.
La suerte no solo está contigo, la suerte está en ti.




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